“Esta fue la culpa de su hermana Sodoma: ella y sus hijas tenían orgullo, exceso de comida y próspera tranquilidad, pero no ayudaron al pobre y al necesitado”. (Ez 16, 48-49)

domingo, 1 de diciembre de 2013

Hombres de Paz.


El Papa, en la ventana del ángelus

Francisco clama por un mundo que sienta "la esperanza de la paz"

"¡Es posible que las armas se transformen en instrumentos de trabajo!"

El Papa pide que todos los enfermos de SIDA, "sin excepción, tengan acceso a la atención que necesitan"


Comienza el Adviento, el tiempo de espera y de esperanza. De "esperanza en camino", como apuntó este mediodía el Papa Francisco. Tiempo de vivir, de creer, y también de soñar. De soñar un mundo sin guerras en el que, como decía Isaís, "ninguna nación levante su espada contra otra nación". "¡Es posible que las armas se transformen en instrumentos de trabajo!" clamó el Papa ante el aplauso de miles de fieles.
"El Señor es fiel, Él no nos abandona", aseguró Bergoglio, quien pidió a los asistentes al Angelus dominical que "descubramos la belleza de lo que está en camino. La Iglesia, con su vocación de misión, la Humanidad entera está en camino a través del tiempo".
Un camino, "¿hacia dónde? ¿Hay una meta común? ¿Cuál es esta meta?", se preguntó el Pontífice, que recordó cómo el Antiguo Testamente tenía como meta Jerusalén. "La Revelación ha encontrado en Jesucristo su cumplimiento. Jesucristo es el templo del Señor. Jesús es la meta de todo el peregrinaje humano".
Isaías y su llamamiento a la paz mundial. "¿Pero cuándo sucederá esto?". Es posible, "¡es posible que las armas se transformen en instrumentos de trabajo!", en Siria, Oriente Medio, en el mundo que sufre. "Tenemos esperanza en que una paz será posible", dijo el Papa, pero para ello "es necesario renovar siempre el objetivo común, el horizonte de la esperanza, para hacer un buen camino".
Tras el rezo del Angelus, Francisco recordó que "hoy es el Día Mundial de la lucha contra el VIH / SIDA". "Expresamos nuestra cercanía a las personas que se ven afectadas, especialmente los niños", señaló el pontífice, quien agradeció "el trabajo silencioso de muchos misioneros y comerciantes. Oramos por todos, incluso para los médicos e investigadores. Cada persona enferma, sin excepción, tengan acceso a la atención que necesitan".

(Jesús Bastante).- Fuente: PERIODISMO DIGITAL

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