“Esta fue la culpa de su hermana Sodoma: ella y sus hijas tenían orgullo, exceso de comida y próspera tranquilidad, pero no ayudaron al pobre y al necesitado”. (Ez 16, 48-49)

domingo, 21 de septiembre de 2014

Ya no hay cristianos en Irak

Dice Su Santidad que ya estamos viviendo la Tercera Guerra Mundial, pero que esta vez es por etapas y que vienen por nosotros. Todos los seres humanos son nuestros hermanos, pero en Medio Oriente tenemos unos extraños que bajo los preceptos de Mahoma han extraviado el camino. Y aunque al parecer los preceptos de Alá son muy similares a los de Yavé (después de todo solo existe un Dios verdadero), este sector de musulmaenes irakis y sirios han interpretado mal las escrituras.

La sharia Al islamiya (شريعة إسلامية) es la aplicación de la ley islámica en determinado territorio. Si, tal como era con nosotros en los tiempos de la edad media y los sacerdotes tenían una influencia que hoy sería inimaginable en las democracias modernas.

Aplicar la sharia en un país donde su población está de acuerdo con ello está completamente bien, pero el Corán, al igual que la Biblia, puede ser muy peligroso si lo interpretan personas que no comulgan con el espíritu del amor. Este derecho islámico rige la forma de culto al Omnipotente, pero también la moral, las cosas permitidas y las prohibidas y en muchos casos (porque cada país es diferente) funciona como un tipo de código civil.

Hablar del islam llega a ser muy complicado, por lo extenso de sus tradiciones y lugares de influencia, lo es casi tanto como hablar de la cristiandad. Sin embargo, hoy quiero pedir ayuda, porque la sharia puede llegar a golpear a los lectores de este blog en dos sentidos fundamentales.

El primero de ellos es la homosexualidad. El islam tiene una parte de sus raíces en la tradición judeo-cristiana. A tal grado que Adán es reconocido como nuestro primer padre y el primer profeta, pero también lo es Abraham, como padre de Isaac e Ismael, Moisés e incluso Jesus y María figuran en el Corán. Por lo tanto, y estoy dejando de lado muchos factores, la homosexualidad llega a ser penada por el estado con la muerte.

El segundo es el cristianismo. Hace unos párrafos les explicaba que en Irak y Siria hay un grupo de musulmanes que están malinterpretando el Corán, ellos se hacen llamar Estado Islámico de Irak y de Levante (ISIL o ISIS por sus siglas en inglés). Este Estado Islámico es un grupo terrorista altamente influenciado por Al-Qaeda que ha estado conquistando varias ciudades en esos países, pero desafortunadamente tiene muchos representantes en países del mundo como Canadá, Australia, Estados Unidos, México, Argentina y muchos más.

Abu Bakr al-Baghdadi, auto proclamado califa (líder político y espiritual) de todos los musulmanes es su líder, y su pretensión es llevar la religión islámica a todo el mundo aunque sea a precio de sangre. Para demostrar su seriedad han estado matando miles y miles de cristianos que viven en esos territorios. Los asesinatos suelen ser muy violentos, supongo que todos nos enteramos de la decapitación del periodista James Foley y de muchos otros extranjeros. Pero también atacan a aquellos seguidores de Cristo que han vivido en esos países desde hace cientos de años con armas, bombas y toda clase de horrores.

Los terroristas marcaron las casas de los cristianos con la letra árabe Nun (ن), la primera de la palabra nazareno. A partir de ese momento nuestros hermanos en la fe deben escoger de entre varias opciones: convertirse al islam, pagar el jizya (impuesto para los no musulmanes), huir o ser asesinados. Hasta el mes de julio de 2014 Mosul fue la ciudad iraki con mayor cantidad de cristianos desde los tiempos antes de que existiera el Islam. Hoy, todos han huído o muerto, mientras en occidente muy pocos dicen algo al respecto.

Estados Unidos y Francia ya están atacando al Estado Islámico, porque la amenaza que extienden es mundial. Personalmente, creo que las armas no son la solución para este conflicto. Estamos hablando de algo muy grande, en donde hay más de cien mil seres humanos asesinados y desplazados. Hablamos de una crisis humanitaria causada nuevamente por la mala interpretación de la religión y el egoísmo de unos locos.

Es necesario levantar la voz. En las redes sociales, algunos orgullosos de ser cristianos, están poniendo la letra Nun en sus fotos de perfil, para apoyar a sus hermanos de Medio Oriente y para presionar a sus autoridades locales a condenar al ISIS, se están uniendo en causas tales como "Ofrece asilo a un cristiano" o www.persecution.org, pero de nuevo, en América Latina no estamos haciendo nada.

Como siempre lo he dicho, es necesario que desde nuestras trincheras hagamos lo que podamos. Donar dinero, informarnos e informar sobre este genocidio, orar, Etc. Las acciones pueden ser muchas, pero aun son muy pocas. Ayudemos a nuestros hermanos según nuestras posibilidades, pero ayudemos ya, por amor de Dios.