“Esta fue la culpa de su hermana Sodoma: ella y sus hijas tenían orgullo, exceso de comida y próspera tranquilidad, pero no ayudaron al pobre y al necesitado”. (Ez 16, 48-49)

miércoles, 4 de marzo de 2015

EL OBISPO DE AMBERES REPLANTEA LA ACEPTACIÓN DE LOS GAYS EN LA IGLESIA CATÓLICA

La homosexualidad en Bélgica ha sido un tema activo y latente que ha renacido a finales del 2014 con una carta del obispo de Amberes al Vaticano pidiendo una mayor permisividad hacia los colectivos de gays, lesbianas y transexuales dentro de la doctrina de la Iglesia Católica.
El obispo de Amberes, Johan Bonny, ha pedido mediante una carta al Vaticano un cambio de enfoque y lenguaje en las “irregularidades” de la doctrina católica. Bonny opina que la Iglesia debería “abandonar su actitud defensiva” en temas como la acogida de homosexuales, de los divorciados y casados por segunda vez, o de los jóvenes que viven en pareja sin contraer matrimonio. El prelado explica que “al igual que en la sociedad actual existe diversidad para las parejas, también debería haber una diversidad de formas de reconocimiento en el seno de la Iglesia”.
La carta del obispo perteneciente al Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, está escrita en un lenguaje claro y poco habitual para este tipo de documentos. En ella explica que se basa en propias vivencias con numerosas familias que dicen estar en desacuerdo con la doctrina católica de ser excluidos y no poder practicar la religión. Bonny afirma que “como obispo, he tenido que escuchar bastante irritación”, así pone ejemplos de un hermano que se enfadó porque su hermana se había vuelto a casar y ya no puede leer en la Eucaristía o el padre que reclama más comprensión para su hijo homosexual que se siente rechazado por la Iglesia y dice que “para estas personas, esta solidaridad es un signo importante de la solidaridad de Dios con toda persona, sea lo que sea que le ocurra. La Iglesia no puede quedarse atrás en lo que toca al apoyo y hospitalidad del que ellos siguen dando testimonio en el seno de la familia”.
Tras enviar la carta, Bonny dedicó una entrevista al diario Belga De Morgen, para aclarar a los ciudadanos de Amberes y de Bélgica su opinión, por la cual es considerado uno de los primeros líderes eclesiásticos que saca a la luz la fuerte reticencia fuera del matrimonio constituido por hombre y mujer. En la entrevista introduce también la idea de hijos en parejas homosexuales, afirmando que “hay apertura para nueva vida, o al menos hay que dar la oportunidad a que las parejas homosexuales sean generosos con la vida hacia sus hijos”.
Fuente: http://www.ccinf.es/

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