“Esta fue la culpa de su hermana Sodoma: ella y sus hijas tenían orgullo, exceso de comida y próspera tranquilidad, pero no ayudaron al pobre y al necesitado”. (Ez 16, 48-49)

lunes, 4 de abril de 2011

¿Dónde estás?

Te suplico, Señor, que pueda yo despertar un día y oír el canto de los hombres que descubrieron el amor.
El día en que ya olvidaron el odio,las ambiciones, las guerras, las razas, el color.
Espero ver algún día el nuevo mundo que vuelve a encontrar su fe en Ti.
Porque el vacio que el mundo siente sólo Tú puedes llenarlo.
También yo te busco. ¿Dónde estás? ¿Dónde, dónde estás?

Cuando la noche baja al mundo, yo me dirijo a Ti.
Pero las estrellas no responden a mis porqués.
Yo sé que Tú estás en mi hermano.
Sé que es tuya la voz de mis hermanos.
Sé que Tú tienes todos los colores de piel.
Sé que hablas todos los idiomas del mundo.
Sé que estas en todas las naciones.
Sé que tu nombre no tiene límites en el tiempo y espacio.
Te busqué y ahora sé donde, dónde estás.
Amén.

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