“Esta fue la culpa de su hermana Sodoma: ella y sus hijas tenían orgullo, exceso de comida y próspera tranquilidad, pero no ayudaron al pobre y al necesitado”. (Ez 16, 48-49)

lunes, 16 de agosto de 2010

Salve (Latín)

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros, esos tus ojos misericordiosos. Y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Salve

Salve, Regina Mater misericordiæ. Vita, dulcedo, et spes nostra, salve. Ad te clamamus, exsules filii Hevæ; Ad te suspiramus gementes et flentes in hac lacrymarum vaie. Eia ergo advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte.Et Jesum, benedictum fructum ventris tui, nobis post hoc exsilium ostende. O Clemens, o pia, o dulcis Virgo Maria.
V. Ora pronobis, Sancta Dei Genitrix
R. Ut digni efficiamur promissionibus Christi. Amen.

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