Se concede indulgencia plenaria a los fieles cristianos que devotamente hacen las Estaciones de la Cruz. Las normas para obtener estas indulgencias plenarias son:
1. Deben hacerse ante Estaciones de la Cruz erigidas según la ley.
2. Deben haber catorce cruces. Para ayudar en la devoción estas cruces están normalmente adjuntas a catorce imágenes o tablas representando las estaciones de Jerusalén.
3. Las Estaciones consisten en catorce piadosas lecturas con oraciones vocales. Pero para hacer estos ejercicios solo se requiere que se medite devotamente la pasión y muerte del Señor. No se requiere la meditación de cada misterio de las estaciones.
4. El movimiento de una Estación a la otra. Si no es posible a todos los presente hacer este movimiento sin causar desorden al hacerse las Estaciones públicamente, es suficiente que la persona que lo dirige se mueva de Estación a Estación mientras los otros permanecen en su lugar.
5. Las personas que están legítimamente impedidas de satisfacer los requisitos anteriormente indicados, pueden obtener indulgencias si al menos pasan algún tiempo, por ejemplo, quince minutos en la lectura devota y la meditación de la Pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo.
6. Otros ejercicios de devoción son equivalentes a las Estaciones de la Cruz, aun en cuanto a indulgencias, si éstos nos recuerdan la Pasión y muerte del Señor y están aprobados por una autoridad competente.
7. Para otros ritos. Los patriarcas pueden establecer otros ejercicios devotos en memoria de la Pasión y muerte de nuestro Señor, en manera similar a las Estaciones de la Cruz.
Los requisitos de arriba son necesarios para obtener las indulgencias, pero siempre que se hacen las Estaciones con devoción en cualquier lugar, ya sea públicamente o en privado, se obtendrán muchas gracias. Claro que deben hacerse de corazón, con sincera intención de conversión.
VÍA CRUCIS
Por la señal...
Acto de contrición.
Ofrecimiento: Señor Dios mío, te ofrezco esta obra en satisfacción de mis pecados y con intención de ganar las indulgencias concedidas, las que aplico en sufragio de las almas del Purgatorio, en especial de aquellas que sean del mayor agrado de María Santísima y de mi particular obligación.
1ª Estación.- Jesús condenado a muerte: ¡Oh Jesús mío!, por aquella injusta sentencia de muerte, firmada tantas veces con mis culpas, líbrame de la sentencia de la muerte eterna, que tantas veces he merecido.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.
R: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
2ª Estación.- Jesús con la cruz a cuestas: ¡Oh Jesús mío, que cargaste gustoso sobre tus hombros la pesadísima Cruz, labrada por mis pecado!, haz que conozca su gravedad y que los llore toda mi vida.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.
R: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
3ª Estación.- Jesús cae por primera vez: El gran peso de mis culpas, ¡Oh Jesús mío!, te hizo caer bajo la Cruz. Las odio y las detesto; te pido perdón por ellas y ayudado de tu divina gracia, nunca jamás volveré a cometerlas.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.
R: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
4ª Estación.- Jesús encuentra a su Santísima Madre: ¡Oh afligidísimo Jesús! ¡Oh dolorosísima Madre María!, si en lo pasado he sido con mis culpas la causa de vuestras penas y dolores, no será así con auxilio divino en lo restante de mi vida, sio que os amaré fielmente hasta la muerte.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.
R: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
5ª Estación.- Jesús ayudado por el Cirineo a llevar la Cruz: Dichoso el Cirineo, ¡Oh Jesús mío! que te ayudó a llevar la Cruz. Dichoso seré yo también si te ayudo a llevarla, sufiendo con paciencia y resignación las que me envíes en el transcurso de mi vida; pero Tú, Jesús mío, dame gracia para ello.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.
R: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
6ª Estación.- La Verónica enjuga el rostro de Jesús: ¡Oh Jesús mío benignísimo, que te dignaste imprimir tu santísimo rostro en el paño con que te enjugó la Verónica!, te rugeo que imprimas en mi alma la memoria contínua de tus acerbísimas penas.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.
R: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
7ª Estación.- Jesús cae por segunda vez: Por los tormentos que padeciste, ¡Oh Jesús mío!, cayendo por segunda vez bajo el peso de la Cruz, haz, te suplico, que no vuelva yo a caer en el pecado. Sí, Jesús mío, antes morir que volver a pecar.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.
R: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
8ª Estación.- Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén: ¡Oh Jesús mío! Tú que consolaste a las mujeres piadosas de Jerusalén, que lloraban al verte atormentado, consuela mi alma con tu misericordia, en la cual sólo quiero confiar, y a la que quiero siempre corresponder.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.
R: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
9ª Estación.- Jesús cae por tercera vez: Mis repetidas culpas, ¡Oh Jesús mío!, te hicieron caer de nuevo en tierra bajo la Cruz; ayúdame, te ruego, a poner en práctica los medios eficaces para no volver a caer en el pecado.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.
R: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
10ª Estación.- Desnudan a Jesús y le dan a beber hiel: ¡Oh Jesús mío, que fuiste despojado de tus vestiduras y amargado con hiel!, despójame de todo afecto a las cosas terrenas y haz que aborrezca cuanto sepa a mundo y a pecado.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.
R: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
11ª Estación.- Jesús clavado en la Cruz: Por los crueles dolores que padeciste, ¡Oh Jesús mío!, al ser clavado en la cruz de pies y manos con durísimos clavos, haz que yo crucifique siempre mi carne con espíritu de una cristiana mortificación.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.
R: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.12ª Estación.- Jesús muere en la Cruz: ¡Oh Jesús mío!, que después de tres horas de penosísima agonía moriste por mí en la Cruz. ¡Ah! Haz que yo muera, antes que vuelva a caer en el pecado; y si he de vivir, sea tan sólo para amarte y servirte con fidelidad.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.
R: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
13ª Estación.- Jesús es bajado de la Cruz y puesto en brazos de su Santísima Madre: ¡Oh María, Madre dolorosísima! ¡Qué espada de dolor fue para ti ver muerto en tus brazos a tu querido Hijo Jesús! Alcánzame que deteste siempre el pecado, causa de su muerte y de tus grandes padecimientos y que viva en adelante como buen cristiano y me salve.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Te adoramos, Cristo y te bendecimos.
R: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
14ª Estación.- Jesús es puesto en el Sepulcro: ¡Oh Jesús mío!, quiero estar siempre como muerto contigo, y si vivo quiero vivir para ti a fin de ir después contigo a gozar en el cielo del fruto de tu Pasión y muerte dolorosísima.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
V: Cristo, hecho obediente hasta la muerte.
R: Y muerte de Cruz.
Oración.- Dígnate, Señor, mirar por esta tu familia, por la cual nuestro Señor Jesucristo no vaciló ser entregado en manos de los malvados y sufrir el suplicio de la Cruz, Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
Cinco Padrenuestros de rodillas a las cinco llagas de Cristo Crucificado.
Imágenes de Caminando con Jesús
No hay comentarios:
Publicar un comentario