Hace tan sólo unos meses empecé este blog esperando que fuera una isla en el turbulento mar de la relación entre la Iglesia y la homosexualidad. Un espacio para crecer en nuestra fe a pesar de todo. Durante ese breve tiempo han leído un poco de mi opinión y un montón de artículos relacionados con el tema. Todo con el afán de fortalecernos mutuamente en el Espíritu Santo para poder dar testimonio de vida desde nuestra orientación sexual.
Pues bueno, hoy dejo de ser sólo yo. A partir de este momento quiero dar la bienvenida a otros dos hermanos nuestros: Omar e Israel, que nos ayudarán en este camino con sus escritos y aportes. Roguemos a Dios que les dé la Sabiduría e Inteligencia necesarias para que a través de ellos podamos llegar al Camino que nos lleva al Padre amoroso que nos llama por nuestro nombre para que hagamos su voluntad.
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