En Sevilla un par de prostitutos mataron a un sacerdote porque los iba a correr de su casa por negarse a tener sexo. Ciertamente que es algo muy triste ver que un sacerdote católico rompe su voto de castidad, porque lo hizo por su propia voluntad, o al menos eso siempre nos hacen creer. Pero lo que es todavía más triste es que la jerarquía eclesial siga apoyando a estos homófobos aun cuando nuestros sacerdotes están empezando a ser asesinado por sus manos.
Los jóvenes mataron al cura porque les iba a echar por negarse a mantener relaciones
18 de octubre de 2010 Religión Digital
Los dos jóvenes encarcelados como presuntos asesinos de un sacerdote sevillano fueron detenidos gracias a la denuncia de un amigo al que confesaron el crimen, ya que la muerte de la víctima se atribuyó a causas naturales y su cuerpo fue incinerado.
Fuentes del caso han informado de que el cuerpo del sacerdote Ernesto M.L., de 65 años, fue encontrado el pasado 6 de octubre en su domicilio de la calle Jesús del Gran Poder de Sevilla por un conocido que se extrañó de su ausencia.
Su muerte se había producido el día 5 y fue atribuida por los servicios de emergencia sanitarios a causas naturales, por lo que el cuerpo fue incinerado. El juez de guardia ordenó el pasado sábado el ingreso en prisión de C.M.D. y J.M.L.D., dos jóvenes de 19 años dedicados a la prostitución homosexual, como presuntos autores del asesinato.
Según las investigaciones, el sacerdote había acogido en su vivienda unos días antes a los dos jóvenes, que en su confesión ante la Policía atribuyeron el homicidio a que uno de ellos se había negado a mantener relaciones sexuales.
El religioso murió asfixiado con un cojín, según la primera confesión de los acusados. El sacerdote fallecido vivía solo, estaba jubilado y ejercía como capellán sustituto en la iglesia de San Antonio Abad de Sevilla, próxima a su domicilio.
Las citadas fuentes han explicado que los sospechosos contaron que habían matado a una persona a un amigo residente en Guadalajara, que fue quien denunció los hechos a la Policía y los investigadores se encontraron a continuación con la dificultad de identificar quién pudo ser la víctima.
Finalmente, el pasado día 14 fueron detenidos y el sábado día 16 comparecieron ante el juez de guardia, ante el que se acogieron a su derecho a no declarar pese a que previamente habían confesado el crimen a la Policía, según las citadas fuentes.
El juez de instrucción 2 de Sevilla les imputó presuntos delitos de asesinato y robo, pues sustrajeron al sacerdote diversos aparatos electrónicos y un teléfono móvil. (RD/Efe)
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